El sacerdote Eudista y rector general de la Corporación Universitaria Minuto de Dios publicó una columna de opinión para el diario La República, en la que se refiere a temas fundamentales en torno a la educación y la responsabilidad que tienen las instituciones académicas frente al desarrollo laboral.
A continuación, la columna escrita por el sacerdote Eudista:
El último informe publicado por el Foro Económico Mundial (Cfr. Upskilling for Shared Prosperity), el pasado 21 de enero de 2021, hace referencia al papel tan importante que tienen las Instituciones de Educación Superior (IES) en la mejora de las competencias y habilidades de los estudiantes y graduados para impulsar un Producto Interno Bruto (PIB) en US$6,5 millones para 2030 y hacer posible la creación de 5,3 millones de empleos nuevos para esta misma fecha.
El informe también predice que la mejora y renovación de las competencias y habilidades permite el impulso de una economía en la que el trabajo humano se complementa y aumenta cada vez más, en lugar de reemplazarse, por las nuevas tecnologías, mejorando así la calidad general de los trabajos. Se espera que aumente el número de trabajos que requieren creatividad, innovación y empatía con una mayor necesidad de habilidades en tecnología de la información.
La queja común del sector empresarial global o local (Cfr. El Informe sobre el futuro del empleo del Foro Económico Mundial de 2020) se centra en la existencia de una brecha entre las competencias y habilidades de los graduados y las demandadas en los trabajos de próximos años. Esta brecha se hace aún más evidente en la medida en que el futuro del trabajo está impregnado de los impactos de la Cuarta Revolución Industrial. Pareciera que las IES no están ayudando a los estudiantes a incorporar en su aprendizaje competencias y habilidades que requieren para tener éxito en sus vidas e incidir en el desarrollo de los territorios.
Para lograr esto, es imperioso desarrollar aprendizajes que sean relevantes como, por ejemplo, competencias digitales, pero también competencias y habilidades transferibles, entre las que se cuentan pensamiento crítico, creatividad, innovación y autogestión. Estas serán, entre otras, las habilidades y competencias, que permitirán que las personas tengan una actitud suficiente para enfrentar las complejidades de la incertidumbre con versatilidad y resistencia, ya sea en el mundo laboral o también en la perspectiva del emprendimiento personal. Detrás de esta actitud hay un enfoque significativo de aprendizaje con sentido, una mentalidad de aprendizaje comprendida como la capacidad de desarrollar competencias y habilidades a lo largo de toda la vida.
En este contexto es donde las IES están llamadas a adoptar estos análisis del ámbito del trabajo para asumir un papel responsable y coherente de formación, y ayudar a la mejora de las competencias y habilidades requeridas por los estudiantes y graduados en el mundo que viven en vertiginoso cambio. La apuesta por una oferta educativa renovada permanentemente a partir de las necesidades del entorno es parte de las acciones que las IES, los gobiernos y demás actores de la educación están recapacitando para hacer posible que las competencias y habilidades desarrolladas respondan a los requerimientos de la realidad.
Las IES tienen el potencial de impulsar cambios significativos, mejorando conocimientos, habilidades y competencias de los estudiantes, y en sí, de la sociedad, para contribuir a un mayor bienestar social, a la protección del ambiente y a otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. Están llamadas a preparar a los estudiantes para que sean ciudadanos activos, críticos y responsables, y a ofrecer oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para apoyarlos en su responsabilidad social (Cfr. Comunicado de Roma del Espacio Europeo de Educación Superior). En este sentido, son varios los temas el sector de la educación superior del país debe abordar con urgencia: currículos duales, ampliar la oferta en perspectiva de nano-grados para desarrollar competencias del mundo de las tecnologías, tender puentes entre los sistemas nacionales de cualificaciones y el aprendizaje permanente.
Cortesía: Diario La República
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