Dos de las dimensiones de la formación en las que se profundizan en la Etapa Propedéutica son la espiritual y la humana. De esta manera, los jóvenes que se inician en el seguimiento más comprometido de Jesús descubren la importancia del don recibido y viven con mayor fervor el encuentro personal con él que les cambia la vida, dejándose sanar por él y reconociéndose como sus discípulos misioneros en salida.
El Seminario de Vida en el Espíritu, desarrollado el pasado fin de semana (28 y 29 de enero de 2023) en el Jardín Rafael García Herreros (Minuto de Dios, Bogotá) fue una oportunidad privilegiada para vivir esta experiencia de encuentro con el Señor. No se trató de un curso teórico de profundización en la persona del Espíritu Santo sino de experiencias y de testimonios sobre las cosas bellas que hace el Espíritu en la vida de los que son dóciles a su acción. De por sí, los siete anuncios desarrollados fueron ofrecidos por clérigos eudistas y laicos (de la RCC y candidatos eudistas) quienes, desde su amor por Jesucristo, mostraron con sus testimonios a los participantes lo que el Espíritu está dispuesto a obrar a quien lo reconoce como vida de su vida.
Como dijo uno de los aspirantes al final: “una vez se le permite de manera libre y voluntaria al Espíritu de Dios actuar en nuestra vida, este, a través de sus gracias, empieza a reformar y transformar la vida de los creyentes a fin de lograr una unión más íntima entre Dios y el hombre, unión que se puede formar de manera más fácil por la acción del Espíritu Santo, pues una de sus funciones en nuestra vida es ser intercesor o abogado de los hombres ante Dios.”
Que el Espíritu Santo sea el gran animador y les ayude a discernir a los 13 aspirantes a la vida eudista que participaron de este Seminario un mayor crecimiento en el discipulado misionero.
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