“Conviértanse y háganse bautizar invocando el nombre de Jesucristo, para que se les perdonen los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo” (Hch 2,38)

Queridos hermanos de la RCC de Colombia, Asesores Diocesanos, Consejos, Servidores y todos en esta “Corriente de Gracia”,

El Papa Francisco nos ha recordado estos días que “Nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo recorremos juntos por la misma senda, discípulos del único maestro.” Este camino nos prepara para celebrar el misterio central de nuestra fe, la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, con los corazones purificados y convertidos a Dios, cosa que solo es posible como un don especial del Espíritu Santo. Por esta razón, quiero invitarlos para que en estos tiempos de gracia “caminando juntos” con toda la Iglesia en este camino de conversión, tengamos una renovada apertura al Espíritu Santo. Él es, no solamente el renovador de la misma renovación, sino de toda la Iglesia.

Como nos recuerda el Cardenal Raniero Cantalamessa “No penséis-escribía Orígenes en el siglo III- que basta con renovarse una sola vez; necesitamos renovar la misma novedad. “Ipsa novitas innovanda est”… el Espíritu Santo es, por naturaleza novedad”. De allí que en la Iglesia y en la propia renovación necesitamos una permanente renovación, que no es otra cosa que una conversión continua a Jesucristo, en apertura y docilidad permanente al Espíritu Santo. Necesitamos “renovar la renovación”, como solemos decir entre nosotros, dejando que sea el Espíritu Santo quien lo haga, conscientes de que Él cuenta para esto con cada uno, con cada paso que vamos dando caminando juntos, con nuestra apertura y entrega a Él para hacerlo.

También como nos recordaba “CHARIS” en estos días, a propósito del avivamiento de Asbury y su réplica en nuestros grupos y comunidades: “El Espíritu Santo sopla como quiere, donde quiere y cuando quiere. Así que no se trata de replicar lo que allí está sucediendo, sino de crear un tiempo de adoración, escucha y espacio para la acción del Espíritu Santo”. Procuremos esto en nuestros grupos de oración nuevos y existentes, en nuestras diferentes comunidades y servicios pastorales, avivando el fuego del Espíritu en nuestras diócesis, zonas y todo el país.

Aprovechemos este tiempo de gracia de la Cuaresma, la Semana Santa, la Pascua y Pentecostés que se avecinan, como don de Jesucristo Resucitado. Vivamos en el Espíritu estos tiempos de gracia y preparémonos en todo el país en oración y súplica, pidiendo el don del Espíritu Santo, la gracia de un renovado pentecostés en estos días para toda la Iglesia y la propia renovación, de manera que como reza nuestro objetivo, sigamos “impulsando con la fuerza del Espíritu Santo la Renovación Carismática Católica en Colombia, en sincera comunión eclesial, como fermento de vida al servicio de la Nueva Evangelización”.

Fraternalmente, en el Espíritu del Señor,

P. Javier Riveros, Eudista MD
Asesor Nacional RCC Colombia
riverosjavieres@gmail.com