Iniciamos la décima semana de este tiempo de Gracia, y en esta oportunidad, hemos reflexionado en torno las diferentes realidades de cada una de las Provincias de nuestra amada Congregación. En primer lugar, el 19 de marzo, en la solemnidad de San José, nos acompañó el Padre Pedro Pablo Múnera Cjm, Superior Provincial de la Provincia de Colombia. En un primer momento, haciendo referencia a la realidad de la Provincia de Colombia, nos compartió que en el último consejo provincial se identificó una crisis de identidad latente; esta crisis de identidad desemboca en tres crisis denominadas: Crisis de identidad cristiana, crisis de identidad como incorporados y crisis de identidad como sacerdotes. Tal y como lo señala el Padre Pedro Pablo, este es un asunto que debe preocupar significativamente.
Partiendo de los cuatro fundamentos de la vida cristiana propuestos por San Juan Eudes, y centrando nuestra atención en el primer fundamento, la fe, debemos recordar que el bautizado es otro Cristo caminando en la tierra. Estamos llamados a reconocer al otro como un sacramento y a entender que cada uno de nosotros es un instrumento para que los demás conozcan a Cristo. Debemos vivir una fe plena, consciente, inteligente e irrevocable. Esto nos debe motivar a comunicar y transmitir la fe cristiana no solo como un conjunto de creencias, sino como una experiencia vital, un encuentro con Jesucristo, de tal manera que nuestra relación con los demás sea sacramental.
Al explorar la realidad de la Provincia de Colombia, es notable que, desde su separación de la Provincia Minuto de Dios, ha experimentado una transformación significativa. Se ha distinguido por su labor en la formación del clero y, en la actualidad, por su labor de acompañamiento y animación en diversas parroquias situadas en distintos países. Aunque su presencia puede ser frágil debido a la extensión geográfica, también representa una esperanza, ya que estas comunidades podrían convertirse en futuras provincias. La presencia en diferentes países aporta la riqueza de la pluralidad, con variadas formas de ser Iglesia y realizar acciones pastorales, lo cual, enriquece las experiencias. Es crucial recordar que cada una de las diecinueve Comunidades Locales existentes en esta Provincia, tiene la responsabilidad de ser un centro de acogida y acompañamiento para todos los sacerdotes, convirtiéndose así en focos del carisma eudista.
Finalmente, en este día, también nos embarga una gran alegría por los cinco hermanos de la Provincia Eudista Minuto de Dios que han recibido el Ministerio del Diaconado. Expresamos nuestra gratitud a Dios por sus vidas y sus vocaciones, e invocamos la intercesión de San José para que continúen siendo un testimonio de amor y misericordia.
El miércoles 20 de marzo, durante la tarde y a través de una conexión remota, tuvimos el honor de contar con la presencia del Padre Ricardo Chinchilla, proveniente del Vicariato de América del Norte y Filipinas. A partir de la realidad y los desafíos que han surgido en los últimos años, el Padre compartió que la polarización política ha impactado negativamente las misiones que se realizan, obstaculizando el trabajo de los misioneros debido a la falta de apoyo hacia las labores sociales de la iglesia. Además, se ha observado una disminución en las vocaciones y una alta tasa de deserción, no solo de laicos, sino también de sacerdotes. A pesar de esto, el Padre Ricardo enfatizó que no se deben subestimar todas las acciones pastorales emprendidas con el objetivo de concientizar a la gente sobre el bautismo.
El Vicariato, presente en varias ciudades de Estados Unidos, cuenta con una casa de retiros, que es la única misión activa. Es notable que el vicariato tenga una capilla que sirve a la comunidad latina, atrayendo a personas humildes con diversas necesidades. Además, el vicariato organiza “escuelas de formación” en ciertos momentos del año para proporcionar formación intensiva en temas bíblicos o sociales. Las dos parroquias del vicariato son centros para estos programas. Estas escuelas representan una experiencia de aprendizaje flexible, con temas versátiles dirigidos a diferentes grupos y públicos, siempre buscando la innovación.
Lamentablemente, todas las misiones en Canadá han sido canceladas debido a la escasez de sacerdotes. Ante esto, el Padre Ricardo destacó la importancia de que los misioneros tengan experiencia en pastoral y hermandad en otras provincias, resaltando la importancia de vivir la Internacionalidad, la Interprovincialidad y la Interculturalidad desde la formación.
El pasado jueves 21 de marzo, tuvimos el privilegio de compartir un espacio en línea con el Padre Rafael Viloria, Cjm, Provincial de la Provincia de Venezuela. Nos transmitió la alegría que embarga a la Familia Eudista al anticipar la celebración del centenario de presencia eudista en Venezuela, que se llevará a cabo el próximo 8 de diciembre. Hizo especial mención a los 60 años dedicados a los seminarios y los 40 años de servicio en las parroquias. El Padre Rafael destacó la deuda de gratitud de la Provincia de Venezuela hacia los padres canadienses, franceses y colombianos: «Somos lo que somos porque la Espiritualidad Eudista nos llegó a través de estos hombres de Dios… Estos hombres impartían clases en los seminarios, y su testimonio es recordado con gratitud y alegría”.
Por otra parte, el Padre Rafael manifestó cierta preocupación por la deserción de los candidatos que se retiran. Ante este desafío, subrayó la necesidad de establecer una pastoral vocacional creativa y dinámica, en la que todos estén inmersos en la cultura vocacional. El Padre Rafael también enfatizó que Venezuela debe ser considerada como un campo misionero; en consecuencia, este sentimiento debe resonar en los corazones de todas las Provincias, de los Incorporados y, en particular, de nosotros los candidatos, de quienes se espera que afrontemos la misión con entusiasmo, generosidad y dedicación.
Un aspecto que indudablemente identifica a la Provincia de Venezuela es su Secretariado, compuesto por la pastoral vocacional, la pastoral juvenil y la pastoral misional. El compromiso con estas áreas pastorales sigue siendo una constante. Al reconocer las misiones y obras de la provincia, que incluyen dos seminarios mayores, cuatro parroquias, una casa de retiros en San Gabriel y la atención pastoral misionera en los barrios, el Padre Rafael subraya que los eudistas poseen un carisma que sigue vigente hoy en día. Por lo tanto, la iglesia nos está llamando a atender sus obras. Esto implica que nosotros, como candidatos, debemos formarnos de manera integral y estar siempre dispuestos a acoger con generosidad cada misión y servicio.Principio del formulario
Concluimos esta semana de formación con la valiosa compañía del Padre Camilo Bernal, Superior Provincial de la Provincia Minuto de Dios. Su amplia experiencia y dedicado trabajo nos permitieron reflexionar sobre las diversas misiones que la Provincia lleva a cabo actualmente, así como sobre las contribuciones de la organización Minuto de Dios a través de sus múltiples líneas de acción.
Es notable destacar las palabras del Padre Camilo Bernal, quien define al Minuto de Dios como un santuario invitándonos a ser creativos, permitiendo que la acción del Espíritu Santo nos inspire para construir una comunidad capaz de responder a los diversos desafíos no solo del país, sino también de la Iglesia en general. Asimismo, es importante reconocer que el Minuto de Dios ha mantenido su compromiso con el desarrollo sostenible de las personas, las comunidades marginadas y los territorios afectados por diversas problemáticas. Como expresó el Padre Camilo, es fundamental entender que desde sus inicios, el Minuto de Dios siempre ha tenido en mente a la Congregación y ha sido consciente de la necesidad de establecer una comunidad internacional que va en salida. En este sentido, se espera que toda la comunidad del Minuto Dios (Incorporados, candidatos, laicos y asociados) practique la sinodalidad y comprenda la importancia de las estrategias que se desarrollan en cada una de las entidades. Por su parte, los tres pilares fundamentales del Minuto Dios: la Presencia de Dios, el estudio y el trabajo, han contribuido a la transformación cultural, espiritual y social de las personas.
Es crucial entender que la Provincia no solo acompaña, sino que también orienta la obra Minuto de Dios. En este contexto, es fundamental comprender que los eudistas no son los propietarios de la obra Minuto de Dios. Además, es importante destacar el trabajo realizado con los laicos, quienes constituyen un pilar esencial de la labor desarrollada. Citando al Padre Camilo, es pertinente enfatizar que el activo más valioso que posee el Minuto de Dios es la presencia de Dios y las personas. No debemos subestimar la confianza que depositan en los eudistas, quienes asumen la responsabilidad y la misión de cuidar este don y esta misión. Por lo tanto, es imposible ignorar que los eudistas de la provincia Minuto de Dios trabajan sin descanso para cuidar la atmósfera y el ambiente en cada uno de los lugares donde la provincia está presente. No podemos olvidar que el cuidado del ambiente espiritual, garantizará que todo lo demás siga su curso y se desarrolle adecuadamente. Además, es relevante resaltar que la provincia eudista Minuto de Dios ha sido cuna de la renovación carismática católica, aportando de manera significativa a la evangelización y al trabajo misionero y pastoral.
Por último, el Padre Camilo Bernal nos invitó a encontrar la felicidad en el desarrollo de nuestra vida personal, de tal manera que podamos ofrecernos de forma voluntaria, consciente y racional a una familia y a una comunidad que está al servicio de la Iglesia para que el Reino de Dios se haga presente.
No podemos subestimar las realidades de cada una de las Provincias, así como sus riquezas, preocupaciones y logros alcanzados, que han sido fruto de un arduo trabajo, sacrificios y una entrega constante a la Divina Voluntad. Hoy, podemos comprender que cada provincia es una congregación integral, donde participan no solo los incorporados, sino también los candidatos incorporados, los asociados y los laicos en general. Al reconocer las distintas realidades y el trabajo pastoral realizado en cada una de las Provincias, podemos afirmar una vez más que los eudistas son obreros de la evangelización y misioneros apasionados de la misericordia. Ante el reconocimiento de diversas realidades y problemáticas, y sumando su capacidad de adaptabilidad, trabajan por la renovación de la fe del pueblo de Dios. De esta manera, se convierten en un faro de luz y esperanza para la Iglesia, dando lugar a vocaciones entregadas al servicio de los presbíteros y demás ministros.
Ser eudista implica vivir en comunidad, compartir con el otro las penas, las tareas, las tristezas y las alegrías, así como tener un sentido de pertenencia y un amor apasionado por la Congregación de Jesús y de María. Hoy, recordamos aquellas palabras motivadoras de cada uno de los sacerdotes que nos acompañaron esta semana: “Dondequiera que esté un eudista, un elemento que debe identificarlo es el amor y el cuidado por los sacerdotes; lo fundamental de ser eudista es ser hermano”.
Es necesario promover espacios de integración en cada una de las provincias, ya que a menudo operan de manera independiente. Es imperativo que, como candidatos, comencemos a vivir la Internacionalidad, la Interprovincialidad y la Interculturalidad. No olvidemos que un verdadero Eudista debe tener su corazón y su mente abiertos a las misiones, y sobre todo, permanecer abierto y dócil a la Divina Voluntad. Independientemente de las condiciones o los contextos que enfrentemos, debemos ser auténticos y aprender a compartir nuestros sueños con nuestros hermanos. No podemos perder la alegría, sino permanecer abiertos a todas las experiencias que se presenten, pues cada experiencia, ya sea buena o mala, debe ser vivida intensamente, “Todo sufrimiento y todo desafío valen la pena”. Es fundamental saber escuchar y tener paciencia; como candidatos, se espera que actuemos con humildad y serenidad, comprendiendo la importancia de la obediencia no como un mandato racional, sino como la habilidad de entender lo que Dios manifiesta a través de aquellos que nos guían y acompañan.
Agradecemos a cada uno de los Padres que generosamente nos acompañaron en esta semana de formación y nos animaron compartiendo las experiencias y testimonios de cada Provincia y comunidad: P. Camilo Bernal Hadad, Cjm, P. Pedro Pablo Múnera Cjm, P. Rafael Viloria Cjm, P. Ricardo Chunchilla Cjm. Oramos por sus misiones.
Habiendo concluido esta semana de formación, nos preparamos para la Misión de Semana Santa. En esta oportunidad, nos dirigimos a varias parroquias ubicadas en poblaciones y municipios cercanos a la finca El Remanso, lugar donde estamos viviendo esta segunda etapa de formación. Nos seguimos encomendando a sus oraciones. ¡Viva Jesús y María!
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