Del 22 al 26 de abril , los candidatos del TEFEI, vivieron una experiencia formativa en torno a la cultura del cuidado dentro del escenario eclesial. Entiéndase por cultura del cuidado al compromiso por proteger y promover el bien de todas las personas que participan como miembros en la Iglesia, partiendo de la idea que toda persona es poseedora de dignidad, demandando por eso delicadeza en su trato. Tres ponentes acompañaron este espacio de reflexión y aprendizaje. Entre estos:
Johnja López, sacerdote Eudista de la provincia de Colombia, quien en su momento presento de manera general los documentos que han surgido con relación al fenómeno del abuso sexual dentro del ambiente eclesial, en su mayoría referido a población menor de edad. Expuso también una cronología referenciando al año 2015, dado que los medios de comunicación por ese tiempo hicieron público los procesos de acusación e investigación contra ciertos religiosos europeos acusados por abuso sexual, esta divulgación fue el detonante que dio paso a investigaciones en otros continentes. El padre López, señalo que anteriormente se asociaba la causa de pedófila y efebofilia con la conducta homosexual, sin embargo, según él, estudios posteriores demostraron que el 90 por ciento de religiosos señalados por el delito de abuso no denotaban conductas homosexuales. Finalmente, asevero que la negación y el silencio ante el fenómeno del abuso debe eliminarse porque de lo contrario esta realidad seguirá carcomiendo al cuerpo eclesial “dar voz al silencio”.
Yari Calderón, trabajadora social e integrante de la oficina para el buen trato de la arquidiócesis de Bogotá, desarrollo la temática del cuidado desde la categoría: individual y relacional social, enfatizando sobre la idea de “cuidar al cuidador”. Para esta profesional, lo esencial es formar a cada religioso partiendo desde el método de las tres erres: primero, Reconocimiento: prestar atención a mi propia historia, mirar mi pasado para depurar y gestionar los paradigmas de violencia de los que he sido víctima e igualmente reestructurar conductas violentas que he normalizado a causa de la cultura y los modelos sociopolíticos que no hacen justicia a la condición de humanidad. Segundo, Respeto: reconocer que el otro es también una persona y por ende requiere un trato virtuoso. Tercero, Responsabilidad: es necesario asumir, se debe optar por perdonar y pedir perdón, finalmente es fundamental proponer procesos de reparación. Según ella, esto permite crear modelos alternativos de cuidado.
El espacio de formación cerro con la participación de Hernán Álzate, sacerdote y psicólogo de la provincia Minuto de Dios, aludiendo la necesidad de formar y desarrollar la empatía como elemento esencial en los ambientes comunitarios dentro de la Iglesia, desde la categoría: cognitiva, emocional y preocupación empática. Expresado en otra secuencia, esto es: percibir emociones y situaciones en la otra persona, conectarse emocionalmente con lo que he percibido en ese otro, convertir al otro en sujeto y objeto de cuidado sin caer en excesos.
Pasando ahora a la dimensión espiritual, el TEFEI tuvo la grata oportunidad de celebrar el domingo 28 de abril, la liturgia de la palabra presidida por el Neo Diácono José Andrés Hurtado, más la compañía de los trabajadores de la finca el Remanso, también algunos asociados y candidatos Eudistas que se desplazaron desde la ciudad de Bogotá. Al terminar la celebración se dio paso a un compartir comunitario cargado de fraternidad y hermandad.
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