Estar inmersos en la cultura y prácticas religiosas en las misiones que se encomiendan a los eudistas, son componentes esenciales para vivir en plenitud la experiencia a la que se les llamó. Es así como el diácono Jefferson García cjm y el padre Jose Antonio Sabino cjm, quienes se encuentran en Palermo, Italia, participaron en la celebración de los 400 años del encuentro del cuerpo de Santa Rosalia.  

La fiesta que congregó a feligreses y al clero en la Catedral de Palermo el 15 de julio, tiene un significado especial para la comunidad de este lugar pues 400 años atrás, se encontró el cuerpo de una Virgen Ermitaña de la nobleza de Silicia, quien murió con fama de santidad, pero solo tiempo después fueron encontrados sus huesos, los cuales se llevaron en procesión por la ciudad y se le atribuyó a este gesto el fin de la peste que los azotaba por aquel tiempo. Es así como la devoción de las personas a Santa Rosalía en esta ciudad de Italia tiene una connotación importante, pues ven en ella la pureza de un amor que busca al Señor y la sienten propia.  

Esta ocasión fue propicia para saludar a S. Ema. Card. Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien celebró la misa pontifical y envió un saludo a los eudistas dando su bendición y deseando una fructífera misión en la formación y la evangelización como San Juan Eudes lo hizo.  

Este mensaje representa una voz de aliento para la comunidad, especialmente para quienes están viviendo esta experiencia interprovincial, entre ellos el diácono Jefferson García cjm, quien afirma vivir este momento como una experiencia de aprendizaje no solo del idioma y cultura, sino en su crecimiento ministerial y pastoral como eudista, así lo mencionó: “Mi diaconado ha sido un proceso de novedad: inicio de la vida eudista, de la vida ministerial, de la vida fuera del país, proceso de inculturación y aprendizaje de la lengua.” También, dijo que conocer más sobre la lengua de este país le ha permitido afianzar su misión, – “El servicio va avanzando a medida que se va afianzando el conocimiento de la lengua: liturgia eucarística, adoración eucarística, bautismos, visita a los enfermos y pastoral juvenil.”  

Para la Provincia Eudista Minuto de Dios, es importante que la comunidad viva estas experiencias que nos recuerdan el servicio mancomunado con la Iglesia y nuestra disposición para hacer misión en ella.