Los candidatos de la Casa de Formación La Misión, son parte fundamental para la Provincia Eudista Minuto de Dios, acompañar sus procesos formativos y de discernimiento para la opción presbiteral, es un reto que asumimos con valor respondiendo al llamado formativo que nos ha hecho San Juan Eudes con el firme propósito de formar sacerdotes según el corazón de Dios.
Para esta formación ha sido necesaria una rigurosa estructura que permita abarcar diferentes áreas humanas de la vida de nuestros candidatos y en función de ello, hemos participado el pasado 7 de octubre, en el Encuentro de seminaristas de la zona 6 de la Organización de Seminarios de Colombia – OSCOL, el cual se realizó en el Seminario Padre Manyanet de Chía, de los Hijos de la Sagrada Familia, Jesús, María y José para hablar sobre la afectividad y sexualidad como parte constitutiva de nuestra opción.
En esta sexta edición del encuentro, estuvo en la charla formativa el P. Johnny Torres, presbítero de la Diócesis de Zipaquirá quien a través de dinámicas y actividades enseñó sobre la importancia de tratar el tema de la sexualidad y la afectividad al interior de la formación en los seminarios, como una propuesta fundamental para fortalecer el reconocimiento de esta dimensión humana en las relaciones interpersonales y en el conocimiento de sí mismos.
Así lo manifestó Sebastian Acero, candidato de la Casa de Formación la Misión”:
“Justamente considero que la invitación que me llevo de este encuentro es a reconocer lo fundamental que resulta ver mi respuesta vocacional como una respuesta holística, una respuesta que doy desde todo lo que soy; esto evidentemente implica mi humanidad, entendiendo que desde ella Dios se vale para obrar en medio de las misiones a las que me envía; al final, en la medida en que abordo con claridad mi afectividad y mi sexualidad, ¡Dios puede hacer su obra!”
A lo largo de la jornada los hermanos en formación de dicho seminario recibieron a los candidatos en su casa con mucha fraternidad y calidez, entendiendo que en medio de los distintos seminarios al final, la opción de vida para todos es la misma: ¡Jesucristo!
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