Hemos recibido con gran alegría la ordenación diaconal de Luis Isidro Lemus, cjm y José Alejandro Melo, cjm, quienes, después de su tiempo formativo, han alcanzado este anhelado momento para continuar con mayor firmeza y compromiso el llamado que Dios les ha hecho a través de este ministerio.
La celebración tuvo lugar en la Parroquia Catedral San Juan Bautista en La Estrada, el pasado 25 de marzo, en el marco de la Solemnidad de la Anunciación y del aniversario 382 de la Congregación de Jesús y María. La imposición de manos y oración consecratoria fue realizada por Monseñor Germán Medina Acosta, Obispo de la Diócesis de Engativá, quien, en su homilía, citó al Santo Cura de Ars, recordando que «un buen pastor según el corazón de Dios es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una comunidad eclesial». Con estas palabras, destacó la vocación de los nuevos diáconos como un don divino de misericordia y un regalo para la Iglesia.
Monseñor Medina, también reflexionó sobre la importancia de hacer de la vida una ofrenda, señalando que, cuando se es consciente del don recibido, se despierta la gratitud. En este sentido, mencionó el reciente Jubileo de los diáconos y los tres aspectos fundamentales resaltados por el Papa Francisco: el perdón, el servicio y la comunión. Sobre el perdón, destacó la necesidad de sanar un mundo fracturado por el odio, invitando a los diáconos a asumir su ministerio como una medicina de misericordia. En cuanto al servicio, lo describió como un acto desinteresado, vinculado con la amistad y el propósito de hacer el bien sin esperar nada a cambio. “Ustedes se consagran para ser pintores y escultores del rostro de ese Jesús misericordioso, su trabajo gratuito es el primer anuncio de la Palabra, la fuente de alegría, el puen
te que une el altar con la calle, la Eucaristía con la vida cotidiana. La caridad es su liturgia más hermosa y la liturgia, su servicio más humilde”, mencionó. Finalmente, sobre la comunión, subrayó que dar sin esperar nada a cambio une, crea vínculos y expresa la importancia de estar juntos para el bien de los demás. “Que sus palabras y obras sean la manera de decir al hermano: tú eres importante”, agregó.
Monseñor concluyó recordando que la ordenación nos configura con Jesucristo Siervo, y exhortó a los nuevos diáconos a esforzarse cada día por configurarse más con Él. «La ordenación es un despojo de sí mismos para revestirse como servidores», enfatizó.
Los nuevos diáconos estuvieron acompañados por el Padre Germán Gándara, cjm Superior Provincial, así como por los miembros de la Provincia Eudista Minuto de Dios, familiares, amigos y feligreses que con alegría vivieron este momento y los acompañaron en oración.
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