por José Andrés Hurtado Soto | Ene 14, 2022 | Actualidad Eudista
Del 17 al 21 de enero se vivirá en Fusagasugá, Cundinamarca, la sexta Asamblea de la provincia Minuto de Dios, un encuentro convocado por el Superior de nuestra Provincia, padre Camilo Bernal Hadad, Cjm, en virtud del numeral 97 de las Constituciones de nuestra Congregación de Jesús y María, según el cual “la asamblea provincial tiene lugar al menos cada cinco años, preferentemente en el año anterior a la asamblea general. Después de que el consejo provincial decide su celebración, el superior provincial la convoca y la preside”.
El camino a esta Asamblea Provincial se da luego de un largo proceso preparatorio, además de un profundo ambiente de oración que ha resultado en la elección de 17 incorporados con el superior Provincial que integran el pleno de la asamblea, junto a 2 asociados y 2 candidatos que acompañarán, según reza la última circular provincial emitida el pasado 7 de diciembre de 2021.
El lema de esta sexta asamblea provincial es “Soñemos juntos el camino a un futuro mejor”, inspirados en el Papa Francisco y sus constantes mensajes para edificar el corazón de la humanidad en medio del tiempo que atraviesa el mundo: “Este es el momento para soñar en grande, para repensar nuestras prioridades — lo que valoramos, lo que queremos, lo que buscamos — y para comprometernos en lo pequeño y actuar en función de lo que hemos soñado. Atrevámonos a soñar”, fue parte del mensaje del Sumo Pontífice que inspiró nuestro lema.
Invitamos a toda la provincia, incorporados, candidatos, asociados y amigos a estar muy pendiente de las actualizaciones informativas de nuestra asamblea Provincial a través de nuestra página www.eudistasmd.org y nuestras redes sociales, además de unirse en oración a nosotros para que alcancemos juntos nuestros sueños y los de Dios.
por José Andrés Hurtado Soto | Nov 22, 2021 | Actualidad Eudista
“Colombia, lluvia de amor” es el lema del Banquete del Millón de este 2021. Este año el evento oficial se realizará el jueves 25 de noviembre en Bogotá y de manera simultánea en Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga, Villavicencio, Pasto, Ibagué, Buga, Pereira, Neiva, Bello, Madrid, Soacha, Zipaquirá y Girardot.
Luego de una gran pausa a la que el mundo fue sometido por causa de la pandemia, nuevamente la presencialidad vuelve a su cauce sin abandonar el cuidado personal con las normas de bioseguridad y, así, el Banquete del Millón de este 2021 se prepara para debutar nuevamente de manera presencial. Lo bueno de todo esto, es que la virtualidad seguirá activa para aquellas familias, amigos y empresas que deseen ser partícipes de esta transmisión tan insigne de la Organización Minuto de Dios y poder hacer sus aportes de manera remota.
Ya el Padre Diego Jaramillo, presidente de la Organización Minuto de Dios, nos había extendido la invitación al decir que todos somos partícipes de este Banquete del Millón “con la conciencia de que hay personas muy pobres en el país y que todos nosotros, aunque no seamos ricos, podemos tenderle la mano al otro, ayudándoles materialmente con lo que nos sea posible”.
Este año, de manera especial, se hizo un encuentro para celebrar el 61° del Banquete del Millón, el pasado jueves 18 de noviembre, desde la Casa de Nariño, Palacio Presidencial de Colombia, uniendo esfuerzos entre El Minuto de Dios y la Presidencia de la República con el fin de ayudar a los afectados por la ola invernal. En este encuentro estuvieron presentes el Padre Diego Jaramillo, el Padre Camilo Bernal, y demás delegados en representación de El Minuto de Dios, así como la presencia de la Señorita Colombia 2021, Valentina Espinosa, quienes fueron recibidos por el presidente Iván Duque en compañía de la primera dama.
En palabras del presidente Iván Duque, “Ha sido un año de muchísimas enseñanzas, donde también hay dolores en tantísimas familias que perdieron sus seres queridos por causa de la pandemia, familias que se vieron afectadas por el golpe económico que trajo esta pandemia, tantas familias que están hoy en Colombia buscando ser recibidas con brazos abiertos en medio de tantas dificultades y en condición de inmigrantes y cuantos han sido afectados por los desastres naturales. En medio de estas situaciones calamitosas sale a relucir lo más bueno que tiene esta Nación, cuya fortaleza está en su gente, en su espíritu cooperante, en su generosidad y fraternidad y en la capacidad de superar y sobrellevar la adversidad volviéndola oportunidad”, señaló.
Para finalizar este encuentro, el Presidente de Colombia, destacó que son 61 años del Banquete del Millón, y 67 años de existencia de El Minuto de Dios, en el que cada año ha marcado su propia pauta, demostrándonos que han construido todo sin haber tenido con qué en el momento que empezó, siendo la perseverancia y la labor comprometida y continua la que ha permitido esta Obra que es orgullo para los colombianos, “sentimos al Minuto de Dios como un patrimonio de toda Colombia”, dijo para finalizar, Iván Duque, presidente de la República.
por José Andrés Hurtado Soto | Nov 19, 2021 | Actualidad Eudista
El padre José Mario Bacci Trespalacios, C.J.M., fue nombrado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la sede de Santa Marta, en el departamento de Magdalena al norte de Colombia, convirtiéndose en el 49 prelado desde que se fundó la diócesis en 1534.
El padre Bacci Trespalacios sucederá a monseñor Luis Adriano Piedrahita, quien el pasado 12 de enero de 2021, falleciera por la Pandemia del Coronavirus. El nuevo obispo de Santa Marta actualmente viene de ocupar el cargo como Superior de la Provincia de Colombia de la Congregación de Jesús y María.
Perfil del padre José Mario Bacci Trespalacios
Nació en Magangué (Bolívar) el 19 de marzo de 1971. Fue incorporado a la Congregación de Jesús y María – Padres Eudistas el 19 de agosto de 1995. Y el 17 de diciembre del mismo año fue ordenado presbítero.
Inició la formación para la vida presbiteral en el seminario san Carlos Borromeo de Cartagena, por la diócesis de Magangué. Allí cursó el año propedéutico (1988) y la etapa filosófica (1989-1990). Al iniciar la etapa teológica ingresó a la CJM y realizó los estudios de teología en la Pontificia Universidad Javeriana (1991-1994). Realizó estudios de Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (2007-2011). Cursó un semestre de estudios en la Ecole Biblique de Jerusalén (2011).
En el ejercicio del carisma fundamental de la CJM, ha vivido sus 25 años de vida ministerial al servicio de la formación presbiteral en seminarios diocesanos en Ecuador (1994-1999), República Dominicana (1999-2001), Brasil (2001-2007) y Honduras (2012-2016). En esos lugares desempeñó diversas responsabilidades: miembro del equipo de formación, encargado de la formación académica, docencia en Sagrada Escritura y rector. Algunos de esos seminarios estaban vinculados a parroquias cercanas y en ellas colaboró regularmente en las actividades pastorales.
Desde el año 2016 se ha desempeñado como superior provincial de la Provincia Eudista de Colombia. Desde el año 2019 ejerce el segundo período en este servicio dentro de su Congregación.
El 19 de noviembre de 2021, el Santo Padre Francisco lo nombró obispo titular de la Diócesis de Santa Marta.
Información tomada de la página de la conferencia Episcopal de Colombia
por José Andrés Hurtado Soto | Nov 2, 2021 | Actualidad Eudista
“Preocupados porque la Iglesia tenga siempre buenos pastores, colaboran, según sus posibilidades y el llamamiento de los obispos, en suscitar vocaciones, en la formación y en el servicio a los presbíteros y demás ministros”[1], así rezan las Constituciones de la Congregación de Jesús y María, texto normativo que enmarca el ser y el hacer de los eudistas, y que se aproxima a describir el principal adjetivo con el que se conocen a estos obreros del Evangelio, formadores. Es importante señalar, que la dimensión de la formación en nuestro tiempo, en comparación con la época del surgimiento de nuestro carisma, ha tenido un encuentro con una necesaria reingeniería o adaptación, que arropa la misión del consagrado y la misma vida, con el objetivo primordial de que “todos los hijos de Dios dispersos, se reúnan en la unidad” (Jn 11,52).
El inicio del nuevo milenio se dio a la sombra de una serie de escándalos que marcaron la misión de la Iglesia norteamericana debido a la publicación, por parte de la prensa secular, de una investigación que daba cuenta de una serie de abusos por parte del clero en la Iglesia de Boston, Massachussets, en los Estados Unidos; eso abrió el tema a escala pública y destapó una serie de verdades que colocaron el ojo colectivo en la Iglesia de Jesucristo.
Ante todo, al darle una mirada a la situación de los abusos en el seno de la Iglesia, obligatoriamente debe situarnos en el semillero del ministerio sacerdotal, la formación inicial. Ya en el entorno eclesial se ha tomado conciencia de la necesidad de una profundización en una serie de aspectos, entre ellos, el aspecto motivacional de un aspirante al sacerdocio, y más aún en el entorno de la formación eudista. Según el padre Hernán Alzate cjm, hay que basarse en “la lectura del ser humano que vive constantemente en la tensión de una polaridad la cual no es coincidencia del vivir sino una característica de su configuración”[2]. Vienen a nuestra mente las preguntas ¿qué valores lo mueven? ¿cuáles son sus necesidades?, ejercicio que sólo es posible por medio de un acompañamiento verdaderamente cercano que pueda penetrar los deseos, impulsos, heridas, anhelos, todo su universo personal, inclusive el de su pasado, entorno familiar y de allegados, pues muchos son los elementos del proceso de crecimiento de una persona que desarrollan trastornos o patologías que puedan desembocar en un sinfín de abusos – no sólo sexuales – también de autoridad, poder o consciencia.
Con juicios inmediatos, en nuestros días se señala la figura del clérigo y se le vincula de manera tajante y lapidaria con el perfil de pedófilo o abusador, dada la negativa afectación que la masificación de las noticias ha hecho contra la imagen del consagrado; sin embargo es válido destacar que según estudios que las propias ciencias humanas han realizado a individuos “no es posible indicar un tipo de correlación directa o comorbilidad en la que puede ser más prevalente una parafilia u otra”[3] (…) “el pedófilo tiene el aspecto de un hombre común, no tiene ningún signo distintivo del cual se deberá desconfiar. Es un tipo banal y muy astuto, dotado de gran sensibilidad, un manipulador experto”[4], de allí que el mito de la consagración sacerdotal como medio de transformación de un hombre en abusador, comenzaría a derrumbarse.
A la par de estos estudios, la Iglesia ha asumido una actitud correctiva y preventiva frente a la ocurrencia de los abusos, que con el correr del tiempo, se han visibilizado mucho más en distintos puntos del globo terráqueo y han endurecido las medidas que desde la curia romana son dictaminadas.
Alrededor del año 2002, a propósito de lo ocurrido en la costa este norteamericana, se dio un hito importante y fue la posición asumida por la Conferencia Episcopal Nacional de los Estados Unidos, la cual se comprometió a afrontar el tema con la implementación de unas líneas guías que rigieran el accionar en este ámbito, conocidas como el “Dallas Charter 2002”.
Este paso se da a la par de una serie de acciones impulsadas por los tres Pontífices que han ocupado la Sede de Pedro en las últimas dos décadas, esto ha permitido que se vaya madurando la postura de la Iglesia en términos de atención de los abusos; en este orden se pueden mencionar los esfuerzos hechos por el entonces Papa Juan Pablo II con el Motu Proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, la explicación, ampliación y actualización de esta carta, hecha por el Papa Benedicto XVI en el 2010, el Motu Proprio “Como una Madre amorosa” escrito por el Papa Francisco en el 2016, como carta a los Obispos, pidiendo diligencia en la protección de los más débiles, el Motu Proprio “Vos estis lux mundi”, publicado en el 2019 por el actual sucesor de Pedro, el cual concreta las normas que deben regir a la Iglesia en caso de abusos, particularmente el rechazo al encubrimiento de los mismos. El más reciente de los instrumentos es el Vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos, el cual no es un texto normativo ni legislación, es un manual (primordialmente para juristas) que busca guiar a quienes deban establecer la plausibilidad de una acusación cuando un clérigo es señalado de abuso de menor.
Todo esto ha significado un largo camino de dolor, pero que a la vez se ha transformado en acción y ha llevado a la Congregación de Jesús y María a entrar en sintonía con una cultura que preserve la dignidad de las personas, muy en sintonía con el llamado del Papa Francisco reflejado en Gaudium et Spes, “A fuer de criatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente sin embargo ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior… atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar”[5]. Con la realización del Foro para dar a conocer las Normas aplicables a la Congregación de Jesús y María en materia de abusos, el padre Jean-Michel Amorioux cjm, Superior General de los Eudistas, dio un paso adelante en la apropiación congregacional de un tema que mancha actualmente a la Iglesia y ha dejado profundas heridas en el mundo entero. Es el signo de la apertura de una nueva cultura o modo de vida del “buen trato”, que desde la CJM debe permear nuestra Iglesia y espacios de misión en general.
A partir de las directrices dadas por el Papa Francisco, cuatro acciones han de guiar a la Iglesia en el caso de presentarse un abuso: 1. Aprender de nuestros errores; 2. Afrontar el problema; 3. Asumir políticas de protección y 4. Atender a las víctimas. En un espíritu de comunión, Monseñor Luis Manuel Alí, Obispo auxiliar de Bogotá y miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, disertó junto a una importante población de candidatos, incorporados y asociados a la CJM, los 5 principios que han de regir a la Iglesia en este tema:
- Responder con celeridad ante toda acusación.
- Retiro del perpetrador de sus responsabilidades ministeriales.
- Reporte a la ley civil y cooperación con la misma.
- Preocupación por el bienestar emocional y espiritual de las víctimas y sus familias.
- Confidencialidad de los implicados y atención a los miembros.
Bien vale aclarar, que todas estas acciones actuales fueron abordadas por el Papa Francisco en un encuentro denominado “La protección de los menores en la Iglesia”, realizado del 21 al 24 de febrero de 2019, en el cual estableció 8 pautas que marcarían la guía del accionar eclesial en adelante. La primera establecería el cambio de mentalidad de la Iglesia “para combatir la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la institución, en beneficio de una búsqueda sincera y decisiva del bien de la comunidad”; la segunda, “la Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso (Discurso a la Curia Romana, 21 de diciembre 2018); tercera, “se necesita imponer un renovado y perenne empeño hacia la santidad de los pastores (…) se reitera entonces su firme voluntad de continuar, con toda fuerza, en el camino de la purificación; cuarta, “la exigencia de la selección y de la formación de los candidatos al sacerdocio con criterios no solo negativos, preocupados principalmente por excluir a las personas problemáticas, sino también positivos para ofrecer un camino de formación equilibrado a los candidatos idóneos, orientado a la santidad y en el que se contemple la virtud de la castidad”; quinta, “reafirmar la exigencia de la unidad de los obispos en la aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientación”; sexta, “Acompañar a las personas abusadas, pues el mal que vivieron deja en ellos heridas indelebles que se manifiestan en rencor y tendencia a la autodestrucción”; séptima, “la protección de los menores debe tener en cuenta las nuevas formas de abuso sexual y de abusos de todo tipo que los amenazan en los ambientes en donde viven y a través de los nuevos instrumentos que usan, como es el caso del internet”; y octava, “para combatir el turismo sexual se necesita la acción represiva judicial, pero también el apoyo y proyectos de reinserción de las víctimas de dicho fenómeno criminal. Las comunidades eclesiales están llamadas a reforzar la atención pastoral a las personas explotadas por el turismo sexual”[6].
En la misma línea, la Congregación de Jesús y María ha hecho lo propio para “garantizar que el pueblo de Dios encontrará en ella un espacio seguro en el que no tenga cabida ningún tipo de abuso”[7], y para ello ha construido un documento que procura ante todo “prestar atención a las personas, principalmente a las víctimas, para asegurarse de que sean escuchadas y acompañadas, el establecimiento de una serie de normas y protocolos aplicables en caso de denuncias de abusos sexuales a menores o personas vulnerables, además del fortalecimiento de la formación inicial y permanente de los eudistas y de todos los que colaboran con nuestra misión en orden de crear ambientes seguros.
Es un compromiso no sólo como hombres, sino especialmente como aquellos que hemos sido llamados a una misión especial en nombre de Dios, adhiriéndonos a nuestras Constituciones (n. 16) “los Eudistas son solidariamente responsables de la vida y del apostolado de la Congregación”, pues “recuerden que una sola alma es un mundo delante de Dios”.[8]
José Andrés Hurtado Soto
Candidato Eudista – Provincia Minuto de Dios
Referencias:
[1] Constituciones 2
[2] La Formación de Jesús en nosotros, p 207
[3] Pacciolla et al., 2016, p. 17
[4] Pittet et al., 2017, p.55
[5] La Formación de Jesús en nosotros, p 208
[6] Discurso del Santo Padre Francisco al final de la Concelebración Eucarística
[7] Normas abusos CJM 2021, p 2
[8] OC X pag. 480
por José Andrés Hurtado Soto | Oct 26, 2021 | Actualidad Eudista
Una breve perspectiva de la vivencia congregacional de su misión fundacional.
“Los Eudistas actuales debemos tratar con grandeza de alma e inmensa gratitud nuestra historia familiar, construida sobre el heroísmo de nuestros antepasados y regada con la sangre de nuestros mártires”[1]
Gerardo Velásquez Morales Cjm
Al aproximarse los 400 años de la fundación la Congregación de Jesús y María, los Eudistas hacen un giro paradigmático en su visión interna. Sin perder su esencia, han pasado de una lectura de vida comunitaria que se embarca en la misión, a la construcción de una comunidad reunida en torno a una misión. Esto es, la misión es la que los convoca y, por ello, han pasado de estar “juntos para la misión” a “para la misión juntos”[2] Y aunque parece ser un juego de palabras, que podrían no tener una trascendencia epistémica ni un impacto en el ser Eudista, evidentemente tiene una profunda relación en la vivencia de la comunidad.
Así pues, para comprender los hechos que motivan a este giro es necesario hacer una lectura del heroísmo cristiano vivido en la escuela de San Juan Eudes, pues, los Eudistas a imitación de su padre fundador, comprenden que la formación de Jesús es una necesidad vital para el pueblo santo de Dios. Y en este proceso gestacional y de encarnación dejan al lado sus diferencias humanas, culturales y sociales y se embarcan en la tarea de «Remar mar adentro» (Lucas 5, 4)
Ya lo enseña el recordado padre Teodoro Hamon cjm, sacerdote francés, quien, ante el llamado de su superior general, padre Ángel le Doré cjm, para ir a tierras colombianas e iniciar allí una nueva misión pronuncia las palabras que deberían de convertirse en la respuesta a las obediencias misionales de todo Eudista: “ECCE EGO, MITTE ME”. (Aquí estoy, envíame) Palabras que interpelan y retumban aún en los claustros, casas de formación y comunidades locales de los Eudistas en América. Y que han quedado grabadas en la hermosísima capilla de Cristo Sumo Sacerdote del seminario Valmaría en Bogotá como signo de la valentía y el tesón Eudista.
Y ¿para qué embarcarse en un mar tempestuoso? Los fundadores y superiores de la Congregación son Jesús y María y este punto de referencia no se puede perder en la vida de ningún Eudista, ni de aquel que inicia su tiempo de probación ni del que ha entregado su vida en la edificación de la comunidad. En esa embarcación que navega hacia mar adentro los Eudistas viven el proceso remembranza de sus orígenes y en consecuencia, bien lo enseña el recordado padre Gerardo Velásquez cjm “la misión fue un acto de encarnación”[3]
La formación, como se ha dicho anteriormente, implica un proceso de gestación y alumbramiento. Y claramente no es un proceso fácil, sino que exige en el hombre una fuerza espiritual y anímica que solo podrá venir de Dios pero que siendo necesario es vital, pues el proceso de encarnación enriquece con nuevas luces, vidas y grandezas la vida y el carisma de la congregación. En el fondo, asumir una nueva misión es prologar el misterio de la encarnación, asumir las realidades a las que son destinados no como espectadores sino como miembros.
Solo se puede gestar si se entra en sintonía con los dolores profundos de las personas. Los Eudistas no llegan a Colombia con aires colonizadores o añoranzas de su tierra de origen, sino que encuentran que la tierra que los acoge necesita que se comience una fuerte labor en la construcción de una humanidad nueva. Los Eudistas comprometen su vida en la futura Provincia de Colombia a crear hombres nuevos desde el corazón de Dios, y así como en Francia resonó el impactante “ECCE EGO, MITTE ME” en Colombia retumban las palabras de Monseñor Eugenio Biffi “EL VERBO DE DIOS SE HA HECHO CARNE”[4]
Al tiempo, la misión Eudista llegó a las tierras canadienses y éstos acogen a los franceses que han salido por la Revolución. Los Eudistas llegan a las inhóspitas tierras con factores ambientales y geográficos en contra, pero su convicción los impulsó al trabajo con tesón en la formación de Jesús. Así lo enseña el padre Ricardo Chinchilla cjm: “el espíritu Eudista es el que trabaja en la tempestad con alegría” y así la misión se logra, creyendo lo que el fundador dijo: ver en todo, la voluntad de Dios.
Pese a las barreras lingüísticas y culturales, los Eudistas ya se encuentran en Francia, Colombia y Canadá al final del siglo XIV. En la actualidad, en cuatro continentes, pero las distancias culturales y de pensamiento no podrán ser una limitante en el servicio congregacional, los une la misión y la preocupación por el pueblo de Dios. Por eso, hablar el lenguaje de la misericordia es el único que puede unirlos como seres humanos y cristianos Eudistas.
Lenguaje de misericordia que ha expresado Venezuela, una provincia golpeada fuertemente (como toda persona e institución en el entrañable país latino) por las dificultades sociales, políticas y económicas, sabe lo que es vivir la misericordia. “Desde la llegada de los Eudistas a Venezuela, la experiencia misionera siempre fue un norte. La evangelización de comunidades y pueblos desasistidos y sin formación religiosa se hizo prioritaria y vemos cómo los sacerdotes empiezan a salir de los seminarios en las temporadas fuertes de misión para ir a ‘evangelizar’ a estos pueblos”[5]
Esa salida necesaria y vital por Dios lleva a los Eudistas de todos los lugares y de todas las épocas a encontrar al hombre. El padre Camilo Bernal cjm hablando del Siervo de Dios Rafael Garcia-Herreros dice: “buscando el encuentro con Dios encontró al hombre y a un hombre viviendo en un tugurio y encontrándolo se comprometió con él”. Entonces, comprometerse con el hombre y su dignidad no es solo del tiempo libre, sino que implica comprometer incluso el buen nombre del misionero que acercándose al mísero lleva la fuente de la misericordia.
Claramente el ejercicio misional no se puede realizar solo y ahí la clave es la comunidad que se une para llevar adelante el proceso gestacional y de encarnación. Y bien lo vivió el Siervo de Dios Rafael Garcia-Herreros: “Le vuelvo a decir que estoy desesperado por falta de un sacerdote Eudista. El padre Provincial dice que no tiene y es verdad”[6] .En el año 2009 se crea la Provincia Minuto de Dios, con una voz que retumba y hace vibrar los corazones de todos los Eudistas: “Que el corazón de Jesús nos conceda mucha audacia e intrepidez para hacer crecer el Reino de Dios y para formar entre nosotros, con Jesús y María, un solo corazón”[7] Así pues, el inicial desespero que expresa el padre García-Herreros es respondido por una comunidad que respalda su trabajo hablando de que somos un solo corazón. Y esa unidad comunitaria es profundamente conmovedora.
Los Eudistas a pesar de ser de diferentes latitudes se comprometen en el servicio misional, un Eudista es un hombre encendido en misericordia que se dedica a las misiones y a la formación. Durante este viaje de mar adentro, la misión ha cosechado frutos exuberantes y ha formado en los corazones de hombres valientes con mirada misericordiosa, que trabajaban decididamente. Así pues, la Congregación llega a los corazones africanos y los invita en palabras del padre Severin Lath cjm a: “dejarse interpelar por los primeros eudistas, y como Juan Eudes, a abrir con audacia los caminos nuevos para hacer crecer el Reino de Dios en África”
Esto es realmente emocionante, los Eudistas pronuncian con temblor en su voz el “aquí estoy” porque son conscientes de la necesidad de formar a Jesús en todos los cristianos, a pesar de las dificultades culturales y geográficas, porque saben que es la forma de construir un reino en el que la dignidad del hombre sea reconocida, reestablecida y cuidada. Llegan así a Europa, América, Asia y África. Pero principalmente al corazón de Jesús y María que con y entre nosotros son un solo corazón.
Jefferson García Castrillón | Candidato Eudista Provincia Minuto de Dios
Bogotá, Seminario de Valmaría, 2021
[1] Gerardo Velásquez Morales Cjm. El amanecer histórico de la Provincia Eudista de Colombia. Pendiente de publicación pág. 6
[2] Cf. De ITINERARIO EUDISTA DE LA FORMACION FORMAR A JESUS EN NOSOTROS, Ratio 2020 N° 58-61, para que le des fuerza al argumento. Y constituciones 16-22
[3] Gerardo Velásquez Morales Cjm. El amanecer histórico de la Provincia Eudista de Colombia. Pendiente de publicación pág. 20
[4] Gerardo Velásquez Morales Cjm. El amanecer histórico de la Provincia Eudista de Colombia. Pendiente de publicación pág. 27
[5] Solano, Martín cjm. 90 años en Venezuela, evangelizando y formando. Caracas, 2014. Pág. 31
[6] Jaramillo, Diego cjm. Los Eudistas en el Minuto de Dios. Corporación Centro Carismático Minuto de Dios. Bogotá, 2011. Pág. 12 Carta del Padre Rafael Garcia-Herreros al superior General el 20 de marzo de 1962
[7] Jaramillo, Diego cjm. Los Eudistas en el Minuto de Dios. Corporación Centro Carismático Minuto de Dios. Bogotá, 2011. Pág. 119
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