La misión de los eudistas de El Minuto de Dios en Palermo
Desde al año 2022 el padre Alex Hernández cjm, emprendió una nueva misión que se le encomendó para ir a Palermo, Italia a servir a la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación. De igual manera, el diácono Jefferson García cjm, fue trasladado en los últimos meses a este mismo lugar y el padre Jorge Camas cjm a Roma, para continuar la obra y misionar desde la espiritualidad eudista con el carisma de el Minuto de Dios.
Conozca la experiencia de este sacerdote y la nueva vinculación del diácono Jefferson García a continuación.
Padre Alex, ¿cómo asume la misión de irse a otro país con una cultura y contexto diferente?
Como sacerdote Eudista de la Provincia Minuto de Dios llegué a Palermo el 10 de junio de 2022, puntualmente, a la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, en la que actualmente ejerzo el ministerio como Vicario Parroquial. En primer lugar, quiero expresar que mi proceso de adaptación fue diligente, ya que en cuanto me dieron esta obediencia, me interesé por aprender, de manera autónoma, acerca de la cultura italiana y del idioma, por lo cual, al llegar a esta ciudad, tenía conocimientos elementales en el Italiano, esto me permitió adentrarme en una cultura que ha enriquecido mi ser personal y colectivo, haciendo positiva la experiencia desde el inicio y hasta el punto de adquirir una visión más amplia del contexto local, de la cultura europea y del mundo, y por supuesto, de nuestra Congregación, ella está presente a través de varios hermanos que han estado aquí y que la han enriquecido con su aporte a esta misión, sobre todo quienes ahora me acompañan, mi hermano de provincia, el Diácono Jefferson García y el padre José Antonio Sabino de la provincia de Venezuela, así como los hermanos de la Casa General, a quienes hemos acogido en la casa cural para conocer la obra y compartir a través del ágape, que personalmente, considero fundamental para fortalecer los lazos de fraternidad.
Las costumbres y cultura de este país son diferentes a las que suelen haber en Latinoamérica, ¿Cómo las ha asumido en este tiempo?
Considero que la personalidad que tengo ha sido fortalecida por diferentes aspectos de la cultura de la ciudad en la que me encuentro, ya que mi espontaneidad comulga con el modo de expresarse verbal y físicamente de los palermitanos, quienes utilizan gestos como lenguaje de comunicación, así como también yo los uso. Otro de los rasgos característicos de la población donde me encuentro es la buena gastronomía, ya que tienen toda una cultura en cuanto se refiere al consumo de los alimentos, por ejemplo, cenar juntos puede convertirse en una actividad que puede durar un par de horas, por eso se suele aprovechar para compartir y conocer las personas, que en mi caso lo tomo como una oportunidad para evangelizar y fortalecer las relaciones interpersonales.
¿Cómo ha visto la inmersión del diácono Jefferson García, quien recientemente se encuentra con usted en esta cultura?
He notado que estos espacios le han permitido a Jefferson aprender el idioma, entrar en la cultura del lugar y conocer la comunidad parroquial, ya que allí he visto la acogida de los feligreses hacia él y su alegría de estar en esta obra congregacional.
Padre, ¿cuál es su misión actual en este lugar?
Actualmente, presto un servicio desde las funciones propias del Ministerio, como lo es la celebración de los Sacramentos, la formación y la evangelización, entre otros servicios a la Comunidad, sin embargo, adicional a las actividades de la Parroquia, también me encuentro vinculado como Consejero Espiritual del grupo número 11 de los Equipos de Nuestra Señora de Palermo, allí comparto formación para las parejas que me han sido asignadas y ayudo con otras actividades que se hacen con los matrimonios, como es el caso del Congreso Internacional del Movimiento, el cual se realizará en Tutín. Otra de las labores evangelizadoras que hago es dar a conocer la Espiritualidad Eudista, por ejemplo, he dado una formación sobre el corazón de Jesús y María a dos señoras que asisten a la misa donde las Hermanas del Buen Pastor, hice la traducción y musicalización de algunos cantos Eudistas con la ayuda de un grupo de música de la Parroquia, mientras ahora estoy haciendo las camándulas para el Rosario de amor a Jesús.
¿Qué ha representado para usted la llegada del diácono Jefferson García? Y ¿Cuál es la actividad del diácono actualmente?
Es un gran apoyo no sólo para la misión, sino un soporte relacional que me hace sentir muy cerca a la familia de la Provincia y trabajar juntos por la evangelización. El Diácono Jefferson García, aparte de aprender el idioma, comparte con el grupo de oración carismática de la parroquia, nos apoya en servicios como la Exposición al Santísimo, la Proclamación del Evangelio en las Eucaristías, entre otras actividades que le han permitido vincularse más en la misión, en este proceso de adaptación resalto su interés por ayudar en la obra evangelizadora y aprender, tanto el idioma como la cultura Italiana, cuyo crecimiento ha sido significativo y de vinculación no solamente con mi aporte, sino también con la labor realizada por el padre José Antonio Sabino.
Padre, aparte de las actividades evangelizadoras, ¿cuál es su experiencia actual en la formación continua?
Estoy estudiando la Licenciatura Canónica en Teología Bíblica en la Pontificia Facultad Teológica de Sicilia San Juan Evangelista, en la cual estoy finalizando el primer año académico, donde he tenido una positiva experiencia no solamente por la formación intelectual, sino también por compartir experiencias con sacerdotes y laicos de otras regiones de Sicilia, Italia y de África, lo cual hace que la educación sea más integral, abarcando temas de las Sagradas Escrituras y otros campos de acción que tiene la Iglesia. Esta vivencia ha fortalecido el trabajo evangelizador que realizo como Vicario Parroquial, Asesor Espiritual de Parejas y Miembro de la Congregación de Jesús y María, porque he portado La Palabra en un modo muy cercano que ha impactado positivamente las personas que conozco, hasta el punto de ayudar a muchos en su proceso de conversión, sobre todo en el contexto de la Renovación Católica Carismática (RCC), ya que he podido servir en diferentes grupos de oración de la ciudad y en el lugar donde se reúne toda la RCC de Palermo.
¿Qué mensaje quisiera compartir con sus hermanos eudistas a partir de los aprendizajes que le ha dejado esta experiencia?
A mis hermanos Eudistas les envío un mensaje de fe, esperanza y caridad.
Salir de nuestro país de origen podría significar abrazar una cultura diferente a la que estamos habituados, pero es una oportunidad para vivir la obra evangelizadora de Jesucristo, quien tuvo contacto con tradiciones opuestas a la Judía, un ejemplo de esto es el encuentro que tuvo con la samaritana, a quien le dio de la fuente de agua viva sin importar las tensiones ideológicas de los pueblos (Cfr. ). Aceptar la misión en otros contextos también implica confiar en la divina providencia como parte inherente de la misión, modelo de esto es San Pablo, quien camino a Damasco tuvo un encuentro personal con Cristo que lo llevó a atender su llamado para evangelizar otras naciones bajo la obediencia a Dios, sin imposiciones humanas que limitaran la acción de la Gracia.
Es importante tener presente que Dios nos configura con Jesucristo Sacerdote, Profeta y Rey mediante el bautismo para ejercer la evangelización con la Iglesia, por eso, durante la experiencia de misión que he tenido en Palermo, se me ha concedido la gracia de salir al encuentro de mi prójimo en lugares que pertenecen a la Parroquia y fuera de esta, lo cual me ha permitido escuchar a las personas, orientarlas, celebrar con ellas los Sacramentos y llevar la Buena Nueva de la Palabra a aquellas que no la conocían, además de invitar a quienes la conocían a continuar una relación más estrecha con ella. En este sentido, mi invitación especial a descubrir los frutos de conocer otras realidades, siempre abiertos a la novedad del Espíritu Santo
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